Las consecuencias económicas de la paz (1919)

"Las consecuencias económicas de la paz"
(1919)
En otoño de 1919, John Maynard Keynes escribe “Las consecuencias económicas de la paz”, obra considerada un auténtico clásico de la literatura económica. En este breve libro de apenas doscientas páginas, el autor pretende exponer sus argumentos en contra del Tratado de Versalles, al que califica de “exagerado” e “injusto”. Se trata de una expresión de su punto de vista, un intento de detallar todos sus argumentos que le llevaron a estar en desacuerdo con lo redactado en el acuerdo de paz con Alemania, con el fin de ser escuchado y que se pudiese rectificar a tiempo. 

Así, Keynes defiende la reconstrucción de Europa, que no era, en su opinión, el objetivo que perseguía el Tratado. “No les interesaba la vida futura de Europa” remarca en el libro. Su critica se enfoca en subrayar que esa actitud impía de los aliados, llevaría al continente a un desastre aun mayor, y pretende concienciar sobre las consecuencias de las exigentes indemnizaciones. 

Encontramos dos enfoques muy interesantes en la obra: un intento de mostrar las diferentes causas que condujeron a imponer una paz cartaginesa, y un análisis sobre la capacidad de Alemania para pagar y las consecuencias que tendrían las imposibles elevadas indemnizaciones. 

A cerca de lo primero, expone las principales razones de realizar un tratado del estilo en que se hizo, haciendo especial hincapié en la actitud de Francia, economía devastada que quería hacer todo lo posible por revertir el tiempo y volver a la posición de poder de la que gozaba antes de 1871. También analiza a los demás países, todos deseosos de conseguir una elevada suma de capital por parte de Alemania para compensar su pérdida. Subraya, por otra parte, la postura del presidente estadounidense, cuya falta de experiencia fue clave para el desarrollo del tratado de la forma en que se hizo.

Sin embargo, Keynes los acusa de “exagerados” pues remarca que el área de auténtica devastación no es tan elevada como afirman los aliados. Por ejemplo, la ocupación alemana del territorio francés fue el 10% del área total, de la cual únicamente estaba devastada el 4%; y lo mismo muestra con cifras relativas al valor de la tierra y del capital. 

Sobre el segundo punto, vemos que Keynes es tajante en su postura, indicando que la solución para lograr un bien mayor no era culpabilizar en extremo a Alemania, sino desarrollar un plan  mediante el cual se logre que los alemanes puedan mantener su economía a flote. Así mismo, determina una serie de consecuencias que concurrirían en caso de que se pusiera en marcha efectiva el acuerdo de paz que pretendía la Comisión de reparaciones. Se enfrenta a las estimaciones de la City de que Alemania podía pagar 20.000 millones de libras, manteniendo sus estimaciones en 2.000 millones de libras.

Original aquí
En caso de que esta suma fuese mayor, según Keynes se llegaría a una coyuntura internacional de gravedad marcada por los impagos de los alemanes, alentando la tensión entre las potencias. Esto se sumaría a una reducción de la producción y un alto déficit tanto público como de la balanza de pagos; lo que llevaría, de forma irremediable, a un aumento de la inflación y la devaluación de su moneda, y por consiguiente al empobrecimiento generalizado de Europa. De igual forma añade: “la venganza, no dudo en predecirlo, no tardará”, refiriéndose a que el Tratado de Versalles solo buscaba humillar al país y ante esto los alemanes acabarían revelándose. La hiperinflación de 1923 o el ascenso de Hitler al poder, acabarían dando la razón a Keynes.


No en vano, son varios los autores que han intentado refutar a Keynes, acusándolo de intentar victimizar a Alemania, cuando al fin y al cabo había sido una de las principales impulsoras de la Gran Guerra. Figuras como Ohlin (con el famoso debate Ohlin-Keynes sobre el tema de las transferencias donde se pretendía demostrar un planteamiento equivocado del economista británico) o Mantoux (que intentó demostrar que Alemania tenía capacidad suficiente para poder pagar lo que le impusieron los vencedores basándose en datos posteriores) son de los principales refutadores.

En conclusión, el libro es un estudio profundo de uno de los acuerdos económicos que mayor influencia tuvieron en los hechos posteriormente ocurridos, e indica todo lo que quizá se tuvo que tener en cuenta para lograr un tratado más justo.

John Maynard Keynes

Si queréis informaros más sobre el tema, os recomiendo leeros la obra, podréis juzgar vosotros mismos la intención de Keynes; o leer estos interesantes documentos (aquí y aquí) que nutren los argumentos aquí expuestos.

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