Gran Bretaña: 1970-1990 los años de la Dama de Hierro

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    Reino Unido siempre ha sido un país líder. Su historia es ejemplo de ello. Primera potencia mundial, a la cabeza siempre económica, política y socialmente. Pero nada es eterno, y en la historia de dicho país también encontramos algún que otro bache. 

Tras la Segunda Guerra Mundial se hizo innegable que había habido un cambio de poder: ahora EEUU era la principal potencia mundial quedando Reino Unido relegada del primer puesto. La posterior pérdida de sus últimas colonias y los varios conflictos  a los que se enfrentaron arrastraron a los ingleses a unos críticos años 70. 

Por aquel entonces el motor de la economía británica era la industria. Prácticamente todo el país estaba cubierto de fábricas donde los trabajadores pasaban largas jornadas realizando sus labores a cambio de unos modestos salarios. La difícil situación a la que se enfrentaban estos trabajadores ingleses, sumado al auge de los sindicatos, hizo de los primeros años de la década de los 70 una época llena de huelgas que luchaban por unas mejores condiciones para los jornaleros. Sin embargo, era obvio que el movimiento sindical ejercía un exceso de poder, generando que se perdieran millones de horas de producción, lo que suponía un alto coste para los empresarios británicos, los cuales a su vez se veían forzados a subir los salarios y por tanto también los precios de los productos. 

Además de las continuas huelgas, los ingleses debían hacer frente a un fuerte intervencionismo del Estado, que había aumentado el gasto público tiempo atrás para poder salvar la economía, lo que había conducido a un declive del que había sido el Gran Imperio Británico. Siguiendo a libremercado, sabemos que en aquel entonces “el peso del Estado en la economía llegó a ser cerca de un 50% del PIB”. Así mismo, los impuestos rozaban unas cifras muy elevadas llegando incluso el IRPF al 80% y el Impuesto de Sociedades al 50%. Todo este conjunto abigarrado de cosas elevaron los precios de tal forma que la inflación llegó incluso a un 20%. 

La crisis económica que se vivía, se juntó con las varias oleadas de inmigrantes que llegaban al país, con la esperanza de una vida mejor, que en muchos casos no lograban encontrar. En 1976 el Gobierno tuvo incluso que pedir al Fondo Monetario Internacional que lo rescatara, pues no eran capaces de sostener el estado en el que se encontraban. 

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Por suerte para ellos, poco después llegaría la que sería la salvadora de la economía británica: Margaret Thatcher. Nada más ser nombrada Primera Ministra, cambió de forma radical la manera de actuar del país. Puso fin al elevado gasto público que soportaba el Estado, inviable en su economía. Redujo los impuestos a un nivel del 40% en el caso del IRPF y del 33% del IS. ¿Las numerosas fábricas que se extendían a lo largo de todo el país? Privatizó muchas de aquellas que eran estatales con el fin de liberalizar el comercio de un monopolio estatal que les estaba asfixiando. Tomó muchas otras medidas de gran importancia sobre las cuales podéis leer en el enlace que os he añadido más arriba. Sin embargo, la que no se puede olvidar mencionar es que puso fin al excesivo poder de los sindicatos. 

Si por algo es conocida Margaret Thatcher es por su apodo de “La dama de hierro” y es que no hay nada que pueda con ella, y menos los sindicatos. Les declaró la guerra. Famosa es la histórica huelga de mineros que tuvo lugar entre 1984 y 1985. Thatcher no cambió su postura a pesar de las quejas de los trabajadores y prosiguió con la privatización de las fábricas y el cierre de todas aquellas que resultasen inviables y fuesen un lastre económico. Un año después de haber convocado la huelga, los mineros se vieron forzados a volver a sus empleos sin obtener los resultados esperados. 

Quizá puedan parecer medidas duras y radicales, sobre todo teniendo en cuenta la política anterior; pero lo cierto es que el Gobierno de Thatcher consiguió lo que parecía imposible. Se revitalizó la economía inglesa al punto de que el PIB per cápita aumentó un 35% desde 1979, año en que Thatcher entró como Primera Ministra. La inflación se redujo al 5% y el paro mermó en una cifra del 6%. El país que parecía derrotado a principios de los años 70 ahora, en los 90, resurgía con más fuerza volviendo a colocarse como uno de los principales Estados a nivel mundial. 

Bien es cierto, en cambio, que no todo es tan fácil como parece. Un dato que se nos ha olvidado mencionar para poder completar este contexto de los años 70-90 en Reino Unido es el del terrorismo. Conocido es el constante enfrentamiento que tienen los irlandeses con el país para lograr su independencia y, así como los años de ETA marcaron una etapa en nuestro país, lo mismo ocurrió en Reino Unido con la IRA, pero incluso quizá a mayor escala. 

En 1972 tuvo lugar el famoso “Domingo Sangriento”. Varias personas fueron asesinadas por el Ejército Republicano Irlandés (la IRA). Ese solo fue el inicio de décadas de sufrimiento y violencia, marcadas por el enfrentamiento entre católicos y protestantes. Cabe mencionar el atentado que tuvo lugar en 1984 contra Thatcher mediante la colocación de una bomba. Por suerte, no fue alcanzada. Si queréis saber más sobre el tema podéis leer aquí


En conclusión, los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron duros para un país acostumbrado a ser el líder mundial. A pesar de todo, Gran Bretaña inició el nuevo siglo con más fuerza que nunca, aunque la crisis del 2008 volvería más tarde a golpear con fuerza. 

Comentarios

  1. Hola Cristina, probablemente el gran debe de Thatcher es que sus políticas económicas polarizaron y dividieron a la sociedad británica. Es un tema que daría para una entrada muy extensa y con muchas aristas.
    https://www.globalhisco.com/2013/04/margaret-thatcher-1979-1990-un-balance.html

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